lunes, 11 de febrero de 2013

Adiós

Hola gente! Hace muchísimo que no cuelgo capítulo, lo siento, mucho. Pero ahora solo quiero estar para un blog, y éste no es. Haré uno nuevo. Antes de borrar éste os colgaré el link por si alguien lo quiere mirar. Bueno, muchas gracias a los lectores.
Un beso<3 :*

viernes, 28 de diciembre de 2012

Capítulo 2


DENTRO DE EL CUERPO
Antes había alguien en la habitación, ahora no. Antes alguien me hablaba, ahora, no, estaba totalmente sola. Abrí los ojos. ¿Dónde estaba? En un hospital, eso seguro, pero, no tenía ni idea de que hospital era ese. Intente levantarme, pero me mareaba demasiado. Al cabo de un rato me dormí, pero me desperté muy rápido.
-¿Emily? Hola, soy una de las enfermeras, ¿sabes quién eres?
-Sí, claro que se quién soy. Lo que no se es dónde estoy.
-Estás en un hospital, en tu instituto han llamado, y te han traído aquí. En 2 horas más o menos te darán el alta.
-De acuerdo. Gracias. Por cierto, ¿Ha venido alguien?
-Sí, ha venido un chico, pero se ha marchado. Ahora me tengo que ir, tú descansa.
Me volví a estirar, esa chica parecía simpática. Cogí el móvil que estaba en una mesita, y lo encendí. Vi que tenía 5 llamadas perdidas de mi madre, normal, era tarde y aún no estaba en casa. La llamé
*Conversación*
-Em, ¿estás bien?
-Si mamá, estoy en el hospital, porque me he desmayado en el instituto, en 2 horas me darán el alta.
-¿En el hospital? ¿Y por qué no me han avisado? Bueno, en 3 horas te quiero en casa, y si no te ves con fuerzas, dímelo, y te vengo a buscar. Besos cielo.
-Besos mamá.
*Fin de la conversación*
Me levanté, abrí un armario que había, y cogí mi ropa, ya que me habían puesto la típica bata que se pone en los hospitales. Me cambié, y me puse la ropa que llevaba. Justo en ese momento entró la enfermera.
-Emily, ya puedes marcharte.
-Muchas gracias.
Cogí la mochila, y salí. ¿Dónde estaba? No tenía ni idea de que barrio era ese. Miré hacia ambos lados, y sólo veía gente callejera. De golpe noté como alguien me cogía de la cadera.
-Hola guapa.-Me dijo un tipo que parecía ir un poco borracho.-Ven, que te enseño una cosa.
-Eh, no gracias- contesté yo intentando que dejase de cogerme.- Ya me iba para casa.
-No, ven, que tengo unos amigos ahí.-Me empezó a arrastrar.
-¡DEJEME! ¡DEJEME EN PAZ, QUIERO IRME A MI CASA!
-Tranquila, no te vamos a hacer nada, solo queremos pasar un rato contigo.
Paré de moverme, estaba segura que no podría dejarme ir. Al final me hicieron entrar en un local lleno de humo, olía a tabaco. Me sentaron en una silla, y todos los que había me empezaron a hablar.
-Hola guapa- Me dijo un chico, parecía de mi edad, unos 18 años.- ¿Quieres?- Me dijo acercándome una botella de cerveza.
-No, no gracias. No bebo.- Le contesté educadamente.
-Venga va, un trago, no te pasará nada.
-No, igualmente no quiero.
-Y bueno, ¿cómo has llegado a éste barrio? Pareces de clase alta.
-Sí, la verdad es que lo soy. He llegado aquí, porqué cuando salía del hospital, uno que hay aquí al lado, ese hombre,- Dije señalando al hombre que me había llevado hasta ahí.- Me ha cogido y me ha arrastrado hasta aquí.
-Siento que te haya arrastrado, pero esque aquí no hay demasiadas chicas, solo dos, Alexandra, esa chica de pelo corto, y Bryanna, aquella alta de ahí. Y por eso te ha traído, para que hubiera más chicas.- Me dijo. Parecía más centrado que todos los que había por ahí.
-Ah. ¿Cuántos años tienes? Pareces de mi edad.
-Tengo 19, ¿tú?
-Yo 18, uno menos- Dije riendo. Era muy majo.
-Ahora que lo pienso, estamos hablando y no sé ni cómo te llamas.
-Emily, me llamo Emily, pero llámame Em.
-Em, que bonito. Yo me llamo Coddy.
-Habló, Coddy también es muy bonito, me gusta.
Estuvimos hablando un buen rato. Me caía muy bien, pero no hasta al punto de gustarme. Al cabo de un rato decidí irme, en media hora tenía que estar en casa, y no sabía cómo volver, así que le dije a Coddy si me podía acompañar ya que él sabía llegar a casi todos los barrios. Empezamos a caminar, tenía mucho sueño, y el camino se me estaba haciendo muy largo. Le pregunté a Coddy cuanto faltaba para llegar, y me dijo que menos de 5 minutos. Una vez en el jardín, Coddy se quedó boquiabierto.
-¿Esta es tu casa? Dios, es enorme, ¿no te pierdes?-Dijo asombrado.
-No, no me pierdo. Algún día, si quieres, puedes venir.- Le contesté yo, mientras me reía por debajo de la nariz.
-Vale, pues, bueno, nos vemos mañana- Me dijo dándome dos besos. Ahora que me fijaba, tenía unos ojos verdes muy bonitos.
-Hasta mañana.
DETRÁS DE ESOS OJOS VERDES
Em era perfecta, esa melena rubia, esos ojos azules, esa cara tan fina, era hermosa. No Coddy, no te enamores, no. Puede que a ella no le gustes, es lo más posible, así que no, no te enamores de ella. Volví a casa, cuando entré me vino Ben, el chico que había arrastrado a Em hasta aquí.
-Hey Cod, ¿Cómo ha ido la cita?- Me dijo Ben con cara de pervertido
-No era una cita, solo la he acompañado a casa porque no sabía llegar. No te inventes cosas.-Le contesté un poco enfadado.
-Perdón, perdón, no quería ofenderte.-Me dijo. Esta vez, ponía cara de disculpa
-No pasa nada.
Entré en m habitación, tenía sueño, no me aguantaba. Me tiré a la cama, y el sueño me venció y me dormí.
EN UNA MANSIÓN
-Hola mamá, ya he llegado.-Dije dirigiéndome al salón.
-Hola hija, ¿Cómo estas? ¿Qué te pasó?-Me preguntó. Parecía preocupada.
-Bien, estoy bien, y nada, estábamos en clase y la directora nos dijo que la profesora de mates tenía cáncer de pulmón, entonces, todo el mundo se puso a llorar, y yo, me empecé a marear y me levanté. Entonces, caí, y me golpeé la cabeza contra la silla. Eso es todo.-Le expliqué careciendo de ganas.
-Y ahora ya estás bien, ¿no?
-Sí mamá, lo estoy.
Subí las largas escaleras y llegué a mi habitación. Me tiré encima de la cama y cogí mi portátil. Abrí twitter, tenía un mensaje directo de Sam. Decía esto:
“Em, ¿estás bien?  Hoy, no has podido venir a casa, así que si quieres, ven mañana, Kate vendrá. Besos, te quiero <3”
Le contesté diciendo que si, que mañana iría. Cogí el IPod y me puse a escuchar  Love Story de Taylor Swift. Pasaron 2 minutos y me dormí.
Me desperté con un bote cuando sonó mi móvil. Miré pensando que erala alarma, pero no, era una llamada, como era un número oculto, no lo cogí. Miré la hora, las 6:30 de la mañana. Como tenía que ir al instituto, decidí levantarme, y así tendría más tiempo. Me levanté y fui directa al armario, lo abrí y cogí una falda y una camiseta de tirantes. Lo dejé encima la cama, y me fui a duchar. Entré en el baño, y puse la radio. Entré en la ducha y abrí el agua, me puse debajo, y decidí que esa sería una de las duchas típicas para pensar. Pensé en Coddy, en el instituto, en la profesora Lucy, y bueno, un poco en todo. Pasaron 20 minutos, i decidí salir de la ducha. Me enrollé en la toalla y me fui a la habitación a vestirme. Una vez vestida bajé al comedor, dónde estaba mi madre.
-Buenos días Em.
-Buenos días mami.-Le di dos besos.-Hoy si que voy a casa de Sam, ¿vale?
-Vale, espero que sea verdad, y no me vuelvas a llamar diciéndome que estás en el hospital.-Dijo riendo.
-Ja, ja, ja, no, tranquila que no pasará.-Conteste yo, soltando una carcajada.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Capítulo 1

 Y otro día más, tenía que ir al instituto. Me levanté de un salto, y fui a la ducha. Cuando terminé de ducharme abrí el armario. Cogí unos tejanos cortos y una camiseta caída. Me puse unas vans lilas y fui a almorzar. Ahí estaba mi madre, como siempre hablando con la cocinera. Y ahora os preguntaréis que hago yo con una cocinera en mi casa, ¿no? Pues es muy fácil. Mi madre se gana muy bien la vida, y es medio rica, pero yo, me veo como una chica normal, no voy a colegios privados, no llevo ropa “pija” ni nada de eso, soy una chica como todas, normal. Puede que viva en una gran casa, pero sigo siendo la misma, una chica de pelo largo y rubio, y ojos verdes. Alta y como todas, normal.
-Hola hija, ¿Cómo has dormido?-Me preguntó mi madre- Venga desayuna, que vas a llegar tarde.- Sé levantó de la mesa y me dio dos besos.
-Bien, he dormido bien, ahora voy.-Le contesté. Me dirigí a la cocinera- No hace falta que me prepares nada, ya lo hago yo, gracias.
Me preparé unas tostadas con mantequilla y un vaso de leche con cacao. Me bebí la leche y me comí las tostadas. Subí hasta mi habitación, cogí la mochila, el móvil y los cascos y bajé a despedirme de mi madre.
-Adiós mamá, hasta esta tarde, vendré un poco más tarde, he quedado con Samantha. Te quiero- Le dije dándole dos besos.
-Adiós cariño, de acuerdo, yo también te quiero.-Me contestó
Me puse los cascos y empecé a escuchar “When you’re gone” de Avril Lavigne. Fui caminando hasta el instituto, que me quedaba a unos 15 minutos de mi casa. Vi a Kate, que como siempre, estaba en la puerta, con su cigarrillo en la boca.
-Hola Kate-Le di dos besos- Ya estamos otra vez fumando-Le dije soltando una carcajada.- Eres lo que no hay.
-Hola Em, si, ya estamos otra vez, pero sabes que cuando no estoy bien, fumo.-Me dijo cabizbaja.
-Lo sé, pero hay otras maneras de pasar el tiempo cuando no estás bien. ¿Por qué no te vienes hoy a casa de Sam? Yo voy…-Le dije poniendo cara de angelito.-Venga, porfi…
-Bueno vale, pero solo porque me lo dices tú.- Me contestó.
Sonó el timbre, Kate tiró el cigarrillo al suelo, y lo apagó con la suela de su zapato. Entramos a clase, y como no, había unos diez chicos rodeando a Jess. Jess era la típica chica perfecta, rubia, con ojos azules, alta y delgada, modelo...La gente decía que se parece a mí, y la verdad, un poco sí, pero tenemos algo que nos hace muy diferentes, ella es popular, yo, no. Todos los chicos estaban enamorados de ella, y ella, cada semana se enamoraba de uno. Típico de ella, un día con uno, otro día con otro, cosas de la vida. De golpe entró la directora, no parecía estar muy contenta.
-Chicos, sentaros, tengo que deciros algo.-Dijo muy seria.- Lucy, la profesora de mates, no podrá venir en un tiempo, tiene cáncer, cáncer de pulmón, y, bueno, no está muy bien.-Mientras decía esas palabras, le empezaron a caer tímidas lágrimas.
Cuando dijo la última sílaba de la palabra, media clase se puso a llorar, algunos se abrazaban, otros hablaban, y yo estaba ahí, en un rincón de la clase, tapándome las manos para que la directora no me viera con el móvil. La verdad, a mi me hacia pena, a mí también me cayeron lágrimas, pero no había nadie que me las secara, nadie. Decidí levantarme un momento, ya que estaba un poco mareada, pero lo último que sentí fue mi cabeza, golpeándose contra mi silla.
EN LA HABITACIÓN DE UN HOSPITAL
Em estaba tirada en la cama, con la cabeza vendada, y algún que otro moratón en los brazos. Yo, no sabía muy bien que le había pasado, sólo sabía que se había desmayado, y que no daba señales de vida mientras intentaban reanimarla. 

Encantada c:

Hola, bueno, a mi, hay gente que ya me conoce. Tenia un blog, www.youare-myhearttonight.blogspot.com.es pero se me borró, así que bueno, colgaré la novela aquí. Espero que me sigáis leyendo. Besos.